¿Qué pasa si al final, no queda nada?
Creo que sólo podemos disfrutar esos momentos sublimes y etereos.
Dejense llevar por el viento, que está invadido por burbujas de alcohol.
-No digas nada, amame. No pienses nada, mirame. No te alejes, sienteme.
domingo, 4 de enero de 2009
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